La cocinita de exterior o la “mud kitchen” se puede interpretar como un espacio donde podamos ser creativos con todo lo que nos brinda la naturaleza, ensuciarnos, inventar recetas, experimentar y trabajar en equipo.

Idealmente, deberíamos colocar una cocina de este tipo en el patio o jardín, pero con una buena organización se puede colocar en una terraza más grande. Se puede hacer completamente dyi o se puede comprar.  In alternativa, se puede utilizar una cocina ya existente y adaptarla para ser utilizada como cocinita de exterior.

Algunos de los beneficios de jugar con la cocinita de exterior son:

  • estimula la imaginación y la creatividad;
  • fomenta la cercanía a la naturaleza
  • crea el contexto perfecto para la exploración, la experimentación y la curiosidad en un entorno seguro y abierto;
  • experiencias sensoriales y ricas a través del uso y combinación de materiales naturales;
  • ayuda a calmar jugando con las manos, modelando y jugando con agua;
  • se animan a los niños a jugar al aire libre, a que puedan evaluar y gestionar mejor los riesgos, a volverse más emprendedores, aventureros y automotivados.

La cocinita de exterior o la “mud kitchen” se puede interpretar como un espacio donde podamos ser creativos con todo lo que nos brinda la naturaleza, ensuciarnos, inventar recetas, experimentar y trabajar en equipo. Idealmente, deberíamos colocar una cocina de este tipo en el patio o jardín, pero con una buena organización se puede colocar en una terraza más grande. Se puede hacer completamente dyi o se puede comprar.  In alternativa, se puede utilizar una cocina ya existente y adaptarla para ser utilizada como cocinita de exterior. Algunos de los beneficios de jugar con la cocinita de exterior son:

  • estimula la imaginación y la creatividad;
  • fomenta la cercanía a la naturaleza
  • crea el contexto perfecto para la exploración, la experimentación y la curiosidad en un entorno seguro y abierto;
  • experiencias sensoriales y ricas a través del uso y combinación de materiales naturales;
  • ayuda a calmar jugando con las manos, modelando y jugando con agua;
  • se animan a los niños a jugar al aire libre, a que puedan evaluar y gestionar mejor los riesgos, a volverse más emprendedores, aventureros y automotivados.